Hace ya unos meses en un programa de radio hablaban de las medidas de austeridad que las familias tomaban en casa para combatir la crisis e invitaban a sus oyentes a participar. Llamó un oyente que se había quedado sin trabajo y sin casa y que vivía en una caravana sin agua corriente ni luz con 400 € al mes. Cada tres días acudía a un polideportivo municipal, donde le dejaban ducharse. El locutor entonces le respondió "me va a perdonar, pero usted no es austero, es pobre".
Y qué importante es usar la palabra correcta, ya que estas no son sólo una parte de la frase, (cuando de estudiante, al leer un libro en inglés, no sabía una palabra la englobaba dentro del contexto para buscar su significado en lugar de levantarme a por un diccionario), la palabra tiene significado por si sola, aunque puedan darse distintas acepciones dependiendo del contexto.
En esto de la palabra si que son unos auténticos entendidos nuestros políticos, o al menos eso creen, subestimando nuestra inteligencia. En estas lides y con la crisis de fondo, Zapatero abrió camino cuando habló del "crecimiento negativo", cuando todos conocemos una palabra que definía mejor aquella situación: recesión.
Y es que no nos debemos dejar engañar por las palabras. Rajoy ahora nos habla de los privilegios de los "funcionarios", ay, privilegios, después hablaré sobre esta palabra, pero ahora voy a detenerme en la palabra funcionarios. Cuidadosamente escogida, no nos habla de empleados públicos y si bien funcionario es una palabra válida para definir a aquella persona que trabaja en la función pública, todos sabemos el matiz que tiene esta palabra y el rechazo que los españoles, ( unos expertos en generalismos), tenemos hacia ella, seguramente no hacia la persona, el funcionario, pero si hacia el colectivo, los funcionarios, ay... Como le hubiera gustado a nuestro presidente, al hablar de funcionarios, poder añadir que son todos andaluces, ¡Que bien se hubieran entendido entonces sus medidas!
No voy a detenerme a comentar la línea de crédito que España consiguió de Europa hace poco, en estos tiempos!!, cuando ni siquiera una pareja de funcionarios, (menudos privilegiados) consiguen un crédito, va nuestro gobierno y consigue nada menos que cien mil millones de euros,(me pierdo con tanto cero), ¡ Vaya máquinas!
Señor presidente, las cuentas no cuadran, hay que rebajar el sueldo de los funcionarios un 7% más, ¿más aún pregunta Rajoy?, me van a comer! No hay problema, en lugar de rebajar el 7% diremos que les quitamos una paga extraordinaria, y es que, como todo el mundo sabe la paga extraordinaria no es un derecho y un acuerdo al que ambas partes lleguen por contrato "el salario anual será de XXX dividido en doce pagas mensuales más dos extraordinarias". La paga extraordinaria, queridos amigos, como la propia palabra indica, es extra, una especie de regalo, no! mejor aún, que es la de Navidad, es como ese aguinaldo que la comunidad de vecinos recolecta para dar al conserje, si puedo te lo doy y sino te lo quito, que para eso es un regalo. Agradecidos deberían estar los "funcionarios" de que todavía les den un regalo en junio para poder echar gasolina al coche e ir al pueblo de vacaciones.
Mi mujer es funcionaria interina y yo tengo empleo indefinido, (no confundamos con fijo), y eso, en los tiempos que corren es una suerte. El otro día me decía un amigo que nosotros, con la que está cayendo, somos unos "privilegiados", ay... privilegiados, a otro que le han engañado; no, querido amigo, no somos unos privilegiados, somos unos supervivientes. ¡Qué importantes son las palabras!
Y con toda esta retórica y triquiñuelas lingüísticas, se llega incluso a agradecer cuando una política súper enchufada por papá y demasiado simple como para jugar a este juego, opta por definirnos todas estas medidas de una forma que todo el pueblo llano entendamos.... QUE SE JODAN!!!!!
Nuestros políticos son expertos en el arte de la persuasión, al igual que -y me aflije- los medios de comunicación. Ambos son expertos en las falacias, pseudoargumentos engañosos con apariencia real, y en especial con los eufemismos, para "endulzar" una dura realidad... Que estamos apañados, creo que no lo duda nadie. Que nos queda aguantar carros, carretas y lo que nos echen, más que sabido. Que tendremos que aguantar a estos políticos... bueno, la muestra está en cómo salió la sociedad a la calle.
ResponderEliminarEste gobierno, en vez de ser salvadores de España, tenderán a ser nuestros verdugos. Si el anterior fue nuestro torturador, por así decir, este viene a darnos la "extrema unción", a los creyentes. Al resto, a darnos pa'l pelo durante cuatro años. Da igual los rumores que estamos oyendo de una posible salida de Rajoy, dadas las circunstancias; no importa si la prima de riesgo supera niveles históricos... Si aquí el control lo tiene Merkel y los mercados.
A unos políticos que dijeron que los recortes no hacen más que afligir al pueblo, y luego incumplen lo que "prometen", no se les puede creer. Ciertamente, en este país nos sobra tanto chorizo para tan poco pan.
Ni dinero en educación, ni sanidad, ni investigación... Pero claro, dejemos la amnistía fiscal, dejemos el IBI de la Iglesia, dejemos al señorito y al empresario que no haga nada, que los bancos no se preocupen, que sus clientes, y no, les ayudarán.
Quizá tenemos aún una salida a esta crisis. Por mar, tierra y aire.
Somos unos "privilegiados" los que trabajamos... "érase una vez una bruja hermosa..." Privilegiados ahora porque antes éramos unos pringaos? :(
ResponderEliminarGracias por compartir!
Besotes
Gema