Seguro que todos hemos oído alguna vez hablar del Big Bang,
el origen, esa explosión inicial que tuvo lugar hace unos 13.500 millones de
años y que creó tiempo, espacio y nuestro universo. Es lógico pensar que, como
en toda buena explosión, los pedazos salgan disparados y se dispersen unos de otros,
pero… ¿Hasta cuándo?.
Entendiendo el universo como materia y energía es fácil llegar
a deducir el “big crunch”. Tras esa explosión las partículas se separarán cada
vez a menor velocidad hasta detenerse por la acción gravitaroria, las galaxias
y cúmulos empezarán a atraerse y volverán a unir toda la materia del universo
en un solo punto, un big bang pero a la inversa.
Sin embargo la teoría del big cruch y de un universo
oscilante cada día tiene menos adeptos y parece seguro que nuestro universo se
dirige irremediablemente hacia otro final, el big rip*.
Y es que no podemos entender el universo como materia y
energía únicamente ya que de los efectos gravitacionales del universo se deduce
que solo el 5% de la densidad de energía es lo que nosotros conocemos como
materia y energía. Todas las galaxias, con sus estrellas, planetas, nubes
gaseosas y toda su radiación electromagnética no sería más que una mísera veinteava
parte del universo.
Las galaxias, lejos de frenarse y volver a aproximarse por
gravedad se alejan unas de otras y cuanta mayor es la distancia entre galaxias,
mayor es la velocidad a la que se alejan. Existe un fenómeno conocido como
efecto Doppler que permite calcular la velocidad aparente de un cuerpo frente a
otro. Cuando un foco emisor de una onda y otro que la percibe se mueven uno con
respecto al otro la longitud de onda aparente percibida por el receptor es
distinta de la emitida por el foco. Si foco y receptor se están acercando la
onda percibida tiene una longitud menor y si se están separando la longitud de
onda aumenta. Es este efecto el utilizado por ejemplo en los radares de tráfico
para calcular la velocidad a la que circulamos o es lo que explica que cuando
una ambulancia se acerca a nosotros oímos su sirena con un tono agudo y cuando
se aleja con un tono más grave. Al analizar la luz que nos llega de distintas
galaxias podemos saber si se alejan o acercan a nosotros y a qué velocidad lo
hacen; pues bien, al observar los cuerpos más distantes de nosotros como
cuásares observamos un desplazamiento al
rojo, (desplazamiento hacia longitudes de onda mayores), que es mayor
cuanto más lejos se encuentran de nosotros, lo que nos indica que a mayor
distancia mayor es la velocidad a la que se alejan.
Cuanto mayor es la distancia de la galaxia emisora mayor es su desplazamiento al rojo. |
Pero, ¿por qué sucede esto?. La respuesta está en ese 95% de
universo que no conocemos. Se estima que aproximadamente un 25% del total de la
densidad de energía del universo es materia oscura, un tipo de materia que no
interacciona de ninguna manera con la radiación electromagnética y un 70% es energía oscura, un tipo de energía que crearía
una presión negativa o fuerza gravitacional repulsiva y que sería la
responsable de separar unas galaxias de otras. Dentro de las galaxias, la
gravedad es lo suficientemente intensa como para permitir que las estrellas que
la forman giren alrededor de un centro que posee un agujero negro supermasivo,
formando los brazos característicos de una galaxia en espiral. En los sistemas
planetarios ocurre lo mismo, pero en el espacio intergaláctico la energía oscura
gana por goleada. Nuestro universo tiene un pedal de freno, (la gravedad) que
trata infructuosamente de retener la expansión y un acelerador, (la energía
oscura), que está pisado a fondo y que nos conduce indefectiblemente hacia el
big rip.
Aun así no hay que empezar a preocuparse…aún. Se calcula que
nuestro universo tendrá una vida de aproximadamente 35.000 millones de años,
así que aún nos queda más de la mitad. Según esta teoría las galaxias se
alejarán unas de otras y llegará un momento en que, desde nuestra óptica todo
el universo sea un solo punto en el cielo con un alto desplazamiento al rojo. Cuando aún queden unos 60 millones de años para el fin, la energía oscura desgarrará las galaxias, en los últimos meses separará sistemas planetarios,
desgarrará planetas y llegará a desgarrar incluso los átomos hasta que ya no
exista materia en el universo y lo único que quede sea una sopa de radiación
enfriándose.
DEP, universo
Últimos 60 millones de años |
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*Otras teorías, probablemente más aceptadas, determinan que
la evolución del universo hacia una entropía máxima producirá una muerte
térmica por enfriamiento o Big Freeze, parecida al Big Rip pero quizás menos
dramática
muy buen trabajo se agradece las subidas de estos temas tan interesantes al blog
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